Una mañana de junio cogimos la mochila y a Cercedilla que nos fuimos.
A algunos nos costó un poco madrugar...
Hicimos un coleguilla equino
Encontramos un reloj solar que iba con un poco de retraso, le echaremos la culpa de haber perdido el tren de vuelta
Tito refrescándose
La hora de la siesta que no falte
Los miradores, en la cima del mundo! ...bueno, de Madrid
Unos estiramientos para preparar la bajada
¡como cabritillos felices!